Alonso de Ledesma
Alonso de Ledesma (
Segovia, 1562-ibíd., 1623) fue un
escritor español, iniciador del
conceptismo.
Su
poesía se centra en el juego ingenioso, que a veces conduce hasta el absurdo. Fue el primero en adoptar el concepto como forma sistemática de expresión; su juego formal se basa en la condensación expresiva y para ello se sirve de la
polisemia, las
elipsis, las oposiciones de contrarios o
antítesis, las
paradojas, todo lo que exija una agudeza conceptual. Esta estética fue seguida de forma entusiasta por
Francisco de Quevedo,
Luis Vélez de Guevara y su ''El diablo cojuelo'' y la prosa de tipo moralista y
satírico de
Baltasar Gracián.
Ledesma participó en varios concursos de diversas festividades y certámenes, y ganó en muchos, como en uno realizado en 1603 en
Valladolid en honor de la canonización de San Raimundo (de la Orden de Santo Domingo), o en las Fiestas en honor del nacimiento de
Felipe IV en la misma ciudad, en 1605, y en los certámenes literarios de 1609 en
Salamanca y Segovia por la canonización de San
Ignacio de Loyola. Hasta 33
jeroglíficos de Ledesma incluye
Alonso de Salazar en su ''Relación con motivo de la festividad de Salamanca''. Se conserva, además, un sermón suyo en enigmas. También participó activamente en las justas literarias que organizó la ciudad de
Segovia con motivo de la inauguración del nuevo santuario de la Fuencisla en 1613; según indica
Jerónimo de Alcalá en su libro de
relaciones de sucesos Milagros de Nuestra Señora de la Fuencisla''... fue juez de estos certámenes literarios de temática mariana y en las Misas Mayores celebradas en la Catedral se cantaron romances y villancicos suyos.
Escribió ''Conceptos espirituales'' (tres partes, Madrid, 1600, 1608, 1612), que desarrollan varios puntos de doctrina cristiana en forma
alegórica; la obra alcanzó tal éxito que se reimprimió más de treinta veces solamente en el . Siguieron ''Juegos de la Noche Buena en cien enigmas'' (1611), versiones a lo divino de los viejos
villancicos y cantares populares de la última
Edad Media que incluye cien enigmas con
logogrifos, letreados,
paranomasias y juegos de palabras. El ''Romancero y monstruo imaginado'' (1615) abunda en equívocos de
agudeza (Baltasar Gracián le llamaba ''Divino''). Su última obra se editó póstuma: los ''Epigramas y Hierogllíficos de la vida de Christo'', donde se incluye un largo «Coloquio entre la Fama y Eresma, río de Segovia», acerca de las grandezas y antigüedades de la ciudad. Amigo de
Lope de Vega y conocedor del lenguaje aragonés, el bibliógrafo
Francisco Vindel (1937) lo da como plausible autor del llamado
Quijote de Avellaneda.
proporcionado por Wikipedia